lunes, 31 de marzo de 2008

Intercampus 2008

Crónica de Cano:




Como siempre en una carrera lo importante son los números 212 es el número importante esta vez....

El previo fue redondo, un café en buena compañía con Swede y el amigo de Luis, mucho tiempo para calentar y estirar bien mi piramidal y una temperatura ideal.


Me coloqué atrás, al final, aunque no tenía objetivo claro intentar bajar de 55 minutos era un buen plan y ese creía que era el mejor sitio en la salida, suena el disparo y veo a los primeros salir corriendo, comienzo a andar hasta la salida, pico el reloj y empiezo a trotar, me paro, la salida es muy estrecha y hay mucha gente, corro, me paro, "mierda" pienso, me he colocado demasiado atrás, me pongo a adelantar a gente, pero en 400 metros todo se libera y me encuentro rodeado de gente a mi ritmo.

Me paso los dos primeros km buscando la cuesta abajo del perfil, yo no la veo por ningún lado, pico en 10'21'' se me escapa un "joder" llevo tres meses sin bajar de 6' el mil y ya me estoy emocionando, el piramidal no me duele, pero el aductor sí, está claro que la cuesta abajo influye.
Estoy cansado, me desmoralizo, esto es muy largo, todavía quedan 7 y pico, pero los tres siguientes km pasan y a cada km una alegría el paso es rápido, luego lo pagaré pero ahora no me importa. El aductor ha dejado de doler pero la molestia del piramidal aparece, y no se va.

De repente me veo subiendo un repechín adelantando a todo el que me rodea "Cano frénate" miro mi zancada y la acorto, bajo el ritmo, me siento bien, perfecto. Los siguientes tres los pico a 5'30'' de alguna manera voy adelantando a gente poco a poco. El piramidal deja de molestar, empieza a doler, poco pero duele.

Empieza el 8, ya no hay cuestas duras, me encuentro bien y me digo acelera, el piramidal me dice frena, pero el terreno es favorable no hago caso, una pareja me adelanta él le dice a ella "vamos a acelerar que hay que aprovechar la cuesta abajo", les sigo y les adelanto, pico el 9, "a muerte" me digo, me acelero, por fin hay gente en las aceras, sin duda esta es la carrera con menos público de todas las que he corrido. Estoy corriendo más rápido que hace muchos meses, "no mires el pulsómetro", "no pienses en el piramidal", me animo, entramos en el recinto de la universidad, un loco me intenta adelantar, ni por asomo.

¿Cuanto quedará? Oigo la megafonía, voy sin aliento, acelero, de alguna forma tengo fuerzas, no lo entiendo, llevo 3 meses corriendo tres días por semana, a cano-ritmo y como mucho 10km, pero voy fuerte, esprinto y me veo aplaudiendo en la meta. Pico el reloj 52'28'' que bien, 196 pulsaciones sin comentarios.

Hoy estoy contento, ayer me lo pasé bien y hoy parece que el piramidal no se queja en exceso, a lo mejor hay luz después del túnel.


Por cierto, el polar me marcó 212 de pulsaciones máximas.

Actualizado 01.04.2008: El video de la llegada, en el 53'50'' ya se me ve, camiseta azul y entro aplaudiendo de lo contento que voy.

domingo, 9 de marzo de 2008

Duatlón Villa de Madrid 2008

Doble estreno.

Por un lado, la primera prueba que hago con bici de carretera, con la increíble preparación de tres salidas y algunos ratos de rodillo.

Por el otro, carrera “sólo para federados”.

Llego bien, con tiempo y con la familia. Primera impresión, buen rollo: “Parking Duatlón”, en plena casa de campo. Antes de bajar la bici miro a mi alrededor y le susurro a mi mujer “me da vergüenza bajar la bici”. Era sólo relativamente cierto, pero algo había.

Y es que tenía la sensación de haber ido a una fiesta con pantalones de pinzas y camisa de arreglar y allí todo el mundo de smoking. Vamos, de pegote. Eso no me desanima, pues ya sé a qué vengo.

Llegados a este punto os cuento que la bici en cuestión cuenta con 15 años, un trucaje de última hora para no morirme en las cuestas (es que iba con desarrollo mínimo de 42x23, para los entendidos. Ahora es 42x28, y me falta), cambios en el cuadro a la antigua usanza y, lo mejor de todo, 12 kilitos del ala.

Llegando a boxes veo a uno con bici de montaña y ruedas de carretera. No me consuela, seguro que lleva menos kilos que yo.

Organización impecable, piernas depiladas, fila india para el recuento de salida y allá vamos:
Como siempre, salgo mal. Demasiado rápido. La idea era ir a 4:45, cómodo para no gastar fuerzas en el primer segmento. El primer km es ligera cuesta arriba y lo hago a 4:33, repito en el segundo y luego ya me voy a 4:50 y algo. Más vale tarde que nunca.

Estoy a punto de pasar a un tipo con perilla, pero me obligo a no hacerlo. Buena decisión, porque luego se me va, para a mear, le paso, me vuelve a adelantar y le pierdo. Gente con experiencia, de menos a más.


Solo cómo la una.

Acaba la carrera. De bicis, pocas. Ni si quiera el de la mtb, que la tenía a mi lado. Hago la transición normal, sin problemas. Y vamos a por la cuesta del telégrafo (se sube en el primer camino asfaltado nada más dejar el lago en esa dirección) que subiremos 4 veces. Intento ir tranquilo. No me cuesta mucho adaptar las piernas, pero lo de las pulsaciones es otra cosa. En estas que voy subiendo tranquilamente y veo unas motos con pedales a mi lado. Son la cabeza de carrera. Qué triste. Yo a lo mío, que sé a qué he venido.

Veo con regocijo que sí soy capaz de bajar con los que me van doblando, en la parte de más pendiente y con curvas. Es lo único que se me da bien. “A ver si me apunto a una carrera de sólo bajada”, pienso.

Lo peor de ser un friki en una carrera de estas es que vas todo el tiempo sólo. Y no es por lo de perderme el drafting (chupar rueda) que a aquí se podía, sino por lo de la compañía en el esfuerzo. Parecía que estaba en una contrareloj de esas que salen cada 3 minutos. En la tercera subida, no puedo, estoy clavado. Mal vamos. Miro mis piñones y me queda uno por meter. Menos mal. Me anímo.

Al rato me doy cuenta de que tengo cargada la nuca. Eso demuestra que no voy preparado para mantener la posición en bici de carretera. Hago unos estiramientos y me olvido, pero tomo nota.

En la última subida se me pone una moto detrás (con motor). Ya está, voy el último. No pasa nada. Ultima recta en falso llano de bajada a 35 km/h y un chavalín en mtb que me pasa. No sabe que me es inverosímil.



La mujer (embarazada de casi 6 meses) y el niño, todo el rato animando, son lo mejor. Voy a dejar la bici y me paso. Alguien ha dejado su bici en mi sitio. No hay problema porque cabe bien. Me meto las zapatillas con calzador (gran idea) y me acojono por que en el gesto me amaga un tirón en un gemelo, pero no. Empiezo a trotar. De correr de momento ni me lo planteo.

Cuando llevo unos metros oigo al de megafonía que llegan los últimos a dejar las bicis. Coño, sino soy el último. Eso me da ánimos. Llevo el pecho a reventar y las piernas de palo, pero queda poco. A 1 km y algo, se me acerca uno. Ya está, el último que me pasa. Le dejo ir, no puedo subir el ritmo. Ultimo giro de 180º y hacia meta veo otro duatleta. Veterano, veterano. Ya no soy el último, pero no me mola. Me emborrico en coger al que me acababa de pasar. Le recorto terreno. Le “marco” y en la recta de meta le paso, y le saco unos metros con facilidad y mucho sufrimiento.

En estas que Daniel, mi niño, viene corriendo hacia mí para entrar conmigo en meta. Pero está lejos. Le digo que se de la vuelta (veo que el otro me adelantará). Dudo un segundo, pero sólo uno, y elijo entrar con mi hijo antes que mejorar un puesto que no me lleva a ningún lado.
Ante mi sorpresa, el tipo no me adelanta. Se lo agradezco, me parece un gran gesto.



Gracias otra vez, Rafa Becerro.

Mi objetivo, sobre 1h 30’. Al final 1h 28’ 19” y entrando con el mico en meta. ¿Qué más se puede pedir?

Se lo dedico a la infatigable supporter, a la sazón mi mujer, Mª Jesús.

PD: Durante mucho rato, iba acordándome del blog, de qué escribiría. La verdad es que me vino bien, porque cualquier cosa que te saque del sufrimiento te ayuda.

sábado, 8 de marzo de 2008

CRÓNICA DE LA MARATÓN DE BARCELONA 2008


PRIMER 10K

A las 8:15 de la mañana no hace frío para trotar bordeando Montjuic, ya en traje de faena; eso da muy mal rollo porque significa que dentro de tres horas probablemente hará demasiado calor para correr. Al final no fue tan malo pero un rato antes de la salida cualquier motivo es bueno para temer a un maratón.

Poco después estoy más cerca que en ninguna carrera que recuerde de la línea de salida, de hecho solo tardaré 20 sg. en cruzarla desde el disparo. A mi alrededor bastante gente con pinta de correr mucho: delgados, gesto concentrado, piernas depiladas (yo en contraste luzco un tapizado al más puro estilo Alfredo Landa, de hecho ni siquiera me he afeitado...). Me pregunto si no estáre un poco más delante de lo que debiera y temo que en el primer Km. doscientos tíos, y unas cuantas tías, me dejen "peinao palante".

El primer 5k salva algo menos de 40 metros cuesta arriba, por Sants hacia el Camp Nou para girar luego por la Diagonal, que abandonaremos enseguida encaminándonos hacia la salida otra vez; cojo el ritmo bueno bastante rápido pero las sensaciones no llegarán hasta pasado el 8. Contrariamente a lo esperado mantengo el puesto y me acomodo en un grupo con un paisano de Aranjuez y un tío muy flaco que lleva una camiseta con la bandera catalana en la espalda y grita cada poco "¡Visca Cataluña!", a lo que le respondo con sincero entusiasmo: "¡Visca!", que hay que ser muy respetuoso con los nacionalismos ajenos. Llegamos al 10 tras la impresionante animación de la plaza de Espanya, solo un pelín menos emocionante que el paso del Mapoma07 por la puerta del Sol, y lo supero discutiendo en mal inglés con un corredor francés sobre si pasaremos o no en menos de 45, al final 43:52 y con la sensación de que las piernas han entrado por fín en carrera.

SEGUNDO 10K

¡Qué fácil resulta correr! La temperatura es perfecta, sonrisas y gestos de ánimo entre los corredores del grupo, con las buenas sensaciones y la confianza del entrenamiento veo pasar muchos miles cerca de 4:15. Se que puedo aguantar ese ritmo mucho mucho tiempo pero también que lo que queda por delante no es mucho tiempo, es toda la eternidad. Intento levantar el pie algún mil pero al siguiente vuelvo a estar a menos de 4:20, pasamos la Pedrera y el Hospital Sant Pau en la segunda gran subida de la mañana (grande para una maratón supuestamente llana pero pequeña comparada con las de Madrid; son 25 mts. de desnivel en unos 3 kms.). Al fondo de la avenida Gaudí aparecen las torres de la Sagrada Familia con sus eternas grúas encaramadas en lo alto; el monumento más visitado de España, la fantasía hecha piedra, en palabras de alguien que no recuerdo. Paso bajo ella con los gritos de ánimo de la gente y un nudo de emoción en la garganta, es uno de los momentos más impresionantes de esta carrera, de esos que se quedan clavados en el recuerdo para siempre.

Este segundo 10 cae en 43:50. Vamos bien.

TERCER 10K

Paso la media en 1:32:23, si fuese capaz de doblar llegaría en 3:04:46. Ni de coña.

Tras el pont de Calatrava empieza una zona bastante aburrida, la organización nos obliga a rodear la torre Agbar, que sin su iluminación nocturna solo me sugiere un enorme y oxidado supositorio de 150 metros. Del 25 al 30 subimos y bajamos el último tramo de la Diagonal, que ha sido el gran eje de la maratón de Barcelona. Y poco después la segunda gran instantánea del día, de repente la calle gira hacia la derecha, la vista se abre y aparece de golpe el mediterráneo como una postal: el olor a yodo, el azul oscuro del mar y el vuelo de las gaviotas bajo un cielo sin una sola nube. A pesar de que a esas alturas ya no te emociona cualquier cosa dejo literalmente de respirar unos segundos.

A todo esto ya me he pulido dos power gel en los kms 15 y 25 -caerá el tercero en el 35- con efectos que no se como calificar. Me los tomo a 200 m. del avituallamiento y bebo dos tercios de la botella de agua, con lo que el siguiente km. es incómodo por haber bebido demasiado, corriendo y tragado aire, luego las sensaciones se recuperan poco a poco y 3 kms. después te encuentras bastante bien. Francamente no se si merece la pena o no tomarlos pero, como dice Carlos, si no te sientan mal, será que te sientan bien.

El tercer 10 lo pico en 43:44 pero el cansancio ya empieza a hacerse notar.

ULTIMOS 12.195 M

Bordeamos la playa y el puerto olímpico, el calor empieza a pegar en serio aunque los tramos entre edificios suelen estar aún en sombra y eso ayuda. Hasta el km 34 sigo moviendome por debajo de los 4:25 por km pero a partir de ahí empieza la sensación de muro. Pienso contínuamente que no volveré a correr un maratón nunca y lucho con la tentación de pararme a andar un ratito, pasamos junto a gente que desayuna en las terrazas y no puedo describir la envidia que me dan. Al pasar grito a un camarero que a ver si me pone una cañita, se rie y me dice que enseguida viene con ella. La verdad es que no se lo decía en broma.

El muro es algo difícil de describir si no lo haces en el momento en que lo estás sufriendo, luego el cerebro te engaña y suaviza el recuerdo para que piques y te vuelvas a apuntar a otra maratón. Voy cayendo a 4:37, 4:40, 4:45... hasta el km. 38. Ahí empieza la última subida que terminará en meta, no es gran cosa, 24 metros a salvar en 4 kilómetros, pero cada zancada cuesta un esfuerzo inmenso. Muscularmente voy hecho una rosa, el problema es el sufrimiento de tener que exprimir cada caloría del puñetero metabolismo de las grasas. Solo pienso en el kilómetro siguiente pero sigo calculando y picando cada mil. Aún no me he rendido.

39, 40 y 41 caen cada uno de ellos como una losa, a 4:55 el km. en plena cuesta, bajo 22º de temperatura y con rachas de viento bastante molestas a ratos, pero en la larga recta de meta junto lo poco que me queda y vuelvo al ritmo de 4:25 durante unos agónicos 1195 metros finales. ¿Tiene sentido obligar a las pobres piernas a sufrir ese destrozo muscular con más de 40 km. encima y solo para entrar en 3:08 en lugar de 3:09? Para mi sí. Tiempo del cuarto 10k: ¡46:47! Tres minutos más que los anteriores, 18 segundos perdidos en cada km, ese ha sido el peaje a pagar en este largo muro. Tiempo en meta por mi reloj: 3:08:19, 4:27 largos el km, MMP por 9 minutos. Esos son los fríos números que resumen esta maratón, aunque seguro que no será lo que recuerde de ella dentro de muchos años.

Por supuesto en la foto de llegada salgo picando tiempo, que no escarmiento. De objetivos futuros, lecciones aprendidas y muchas otras cosas ya tocará hablar más adelante, que si no me van a echar los de blogger por meter estos rollazos de posts.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Los levitt

Inauguro una sección que llevo ya tiempo dándole vueltas: todos nuestras rutas de entrenamiento que hacemos, hemos hecho o queremos hacer. Somos todos corredores de Madrid, pero corremos en sitios muy diferentes, Las Rozas, El Escorial, Alpedrete, Villalba, Boadilla del Monte, Tetuán, Carabanchel, la casa de campo y hasta en el gimnasio... incluso esas rutas que hacemos el fin de semana cuando huimos de Madrid, en Laguna de contreras, Cabanillas, Cartagena, Navamorcuende o Barcelona, es más alguno cuando viaja un poco más lejos se ha llevado las zapatillas a Méjico, Argentina o Suecia. Bueno me estoy emocionando, pero ya me gustaría leer una crónica con fotos y todo de alguno de estos lugares un poco más exóticos.

Por ahora y para empezar he elegido la que creo yo que hemos recorrido más, "los levitt". Este recorrido es corto da una vuelta de justo 2km a unos adosados, los famosos levitt, el primer km es llano y bajada y el segundo aunque empieza en una bajada es mayormente en cuesta. Bueno este recorrido es siempre en sentido contrario a las agujas del reloj, que es más suave y por eso siempre hacemos.

Ahora los números, desde que empezamos a correr le he dado 264 vueltas, es decir unos 528km, pero estoy seguro que alguno duplica y triplica esta distancia.

He tardado más de la cuenta porque no encontraba una web en condiciones para poner la ruta, he probado desde la más básica de google maps, hasta alguna más avanzada y dedicada como runningahead, pero no me han convencido.

Al final he usado MapMyRun, he creado la ruta en 3 minutos, de manera anónima y es fácilmente incrustable en el blog, como en todas, podéis poner una vista satélite, cambiar a km o incluso ver el perfil:


lunes, 3 de marzo de 2008

Coleccionista de maratones


¿Alguna frase que te motive?

"Estar siempre preparado para poder correr una maratón el
domingo que viene."


Javi Sanz su espectacular blog.

Antes de que Jesús nos escriba la crónica de Barcelona 2008 o si tenéis curiosidad de como será el maratón de ******* este corredor tiene 49 maratones en sus pies, mucha experiencia y algunas anécdotas que contar.

Actualizado 04-03-2008: Rectifico ha disputado 50 maratones, el último Marasevi.