27 de Enero, 9:45 de la mañana largas y estoy en Getafe preguntando a un buen hombre y a su perro donde leches está el Estadio Juan de la Cierva, o algo así. En poco más de media hora tengo que encontrar el estadio, aparcar, coger el chip, tomarme el preceptivo cafelito previo a la batalla con el resto de los valientes canorítmicos que corren hoy, trotar 5 minutos y pillar sitio en la salida. Lo normal.
Sorprendentemente me da tiempo a todo, en la cafetería del estadio compartimos un café y mucho miedo, Pablo dice que no se hará el tiempo que pensaba (sub 1h40) porque anda muy resfriado, David y Carlos ya no me acuerdo por qué, yo porque no acabo de tener buenas sensaciones y esta semana solo he podido salir a correr un día... En fín, que cada uno se quita la presión como puede. Luego la rutina habitual, que intento repetir como un mantra en cada carrera, visita a Mr. Roca, 5 minutillos de trote, tres rectas rápidas y esos minutos raros, parados en la salida, entre bromas nerviosas y salititos de calentamiento, como caballos en el box deseando que se abra la puerta. El día es fresco, soleado, sin viento, el recorrido es el más llano de Madrid, somos la versión pálida y lenta de los africanos en esta sabana de asfalto de Getafe... no hay excusas para que cada uno no de todo lo que lleva dentro.
La salida es lenta, no es posible atravesar la barrera de gente, enseguida me salgo por la acera de la derecha y empiezo a progresar rápidamente (casi a costa de la vida de un buen señor que no esperaba a ningún tarao en pantalón corto corriendo por la acera a 3:45). Pico el primer km. en 3:58. Demasiado rápido. Me relajo y el segundo cae en 4:13, demasiado lento. Las sensaciones en los primeros kms. de carrera no son buenas, paso por toda la lista de molestias típicas, los tibiales se cargan por meterles esos ritmos casi sin calentar, la sensación de esfuerzo es alta, el flato amenaza a ratos, sobre todo tras el agua del km 5... En ese momento estoy convencido de que no será un buen día y no haré el tiempo que creo que valgo (1h 27m era la idea), decido no desmoralizarme ni intentar forzar más, intento concentrarme solo en ir pasando corredores, voy cogiendo y dejando autobuses de gente y me olvido un poco del crono.
A partir del km. 7 empieza otra carrera, los tibiales se van acostumbrando a lo que les cae y dejan de protestar, los pulmones se abren más y los kilómetros empiezan a caer en 4 y poquísimo. Marco el paso del 10 en 41:03, solo 3 sg. más que lo previsto. ¿A ver si todavía se puede salvar la cosa?
Volvemos a pasar por la salida y en la subida, mientras nos cruzamos con los corredores que bajan hacia la rotonda para dar la vuelta, oigo un rugido "Venga Muñoz!!!!", me giro y veo a Carlos que me hace un gesto al otro lado de la calle. A pesar de que Cano dice que soy de hielo en las carreras, el grito me pone los pelos de punta y me sube 10 pulsaciones, el ánimo del público siempre se agradece, pero el de otro corredor en pleno esfuerzo es un regalo. No se ni qué le grito y paso el 12 casi al sprint, en 3:58.
A 9 kms del final sigo pasando corredores salvo por un fulano que me adelanta con una impresionante autoridad, le veo alejarse un poco y decido intentar seguirle. A los 200 m. me doy cuenta de que es un suicidio y le dejo irse pero no se aleja más de 100 m. Hasta el km. 20 ese corredor será mi referencia, los dos llevamos el mismo ritmo y vamos enganchando y soltando grupos siempre a la misma velocidad y siempre separados por 80-100 m. Poco a poco dejo de echar cuentas y me concentro solo en clavar miles a 4:00 y no perder de vista a mi improvisada liebre, no se como puedo aguantar este ritmo tanto tiempo pero no me encuentro nada mal, veo incluso pasar algún mil a 3:54 y 3:56 y la meta ya está cerca. El segundo 10 cae en 40:13!!! Solo he corrido un 10k más rápido que eso en mi vida.
Voy completamente lanzado, tras pasar el 20 alcanzo a mi liebre, le paso, cojo y dejo otros cuatro corredores en un grupo, luego dos más, sufro las curvas de la entrada al estadio como puedo y progreso ya en pista como si estuviera terminando una serie de 400. A pesar de esas dos curvas tan cerradas el último km. sale a 3:40. Entro en meta y me dedico un aplauso a mi mismo, tiempo neto: 1:25:21, a 4:02 el km. (las centésimas las redondeo hacia abajo porque me da la gana).
La foto tras el paso por meta demuestra todo lo que no se debe hacer en la llegada de una carrera, picar el tiempo nada más pasar, mirar el reloj obsesivamente (la verdad es que no me lo creía), etc. Es mejor componer el gesto para salir en la foto bien pero por muy triste que sea mi estampa en la llegada, nunca olvidaré esta media de Getafe 2008. El próximo objetivo son palabras mayores, 2 de Marzo, maratón de Barcelona, pero esa es otra historia y será contada en otra ocasión.
De Carlos, Luis, David y Pablo no digo nada para ver si se animan a subir sus respectivas crónicas. Menos Luis todos bajaron su MMP de largo, así que algo tendrán que escribir.
