martes, 11 de marzo de 2014

Crónica XXXIV Media maraton ciudad universitaria 2014

El previo a la carrera, 

Hacía casi 8 años que no corría una media maratón, es más en mi vida solo he corrido dos medias, la de la latina y la de Madrid ambas en el 2006.

Este año parecía que todo iba a ser diferente, llevaba corriendo todo el otoño sin ningún problema, había corrido varios diez miles, una carrera de 25km, me había apuntado a la media de Getafe, a esta y al mapoma. Sin embargo a mediados de diciembre haciendo cuestas, justo en la última noté que algo en la ingle se fastidió, no fue algo grave porque seguí como si tal cosa, pero lo recuerdo perfectamente.

Seguí entrenado, creo que sin notar molestias una o dos semanas, hasta que haciendo un entreno de unos 20km tuve que parar, el dolor apareció y volví a casa andando. No pasa nada, llegaban las navidades, aprovechamos y descansamos.

Salí un día a probarme antes de la San Silvestre, y el resultado no fue bueno, algo no estaba bien, pero bueno decidí ir a la San Silvestre y ver que pasaba, corrí esta carrera sin esforzarme como uno lo suele hacer en un 10 mil, y no tuve dolor hasta el km 8, en cuanto note una molestia bajé el ritmo.

Dos cines y un par de conciertos, como dice la canción, aunque en mi caso fue dos sesiones de fisio con Jesús y otras dos con Rocio, me hicieron volver a llegar a la conclusión de que no tengo una musculatura agradecida. Me daba una sesión, me tocaban un músculo, me lo descargaban, salía a correr para probarme y el resultado no era bueno, no podía hacer más de 4km si notar muchas molestias en la rodilla izquierda. Cansado de volver a caer en lo mismo, volví a probarme en los mismo errores, quizá es que no me esfuerzo suficiente? corrí tres días 6km cada día hasta que el último día después de duchado y vestido el dolor fue un poco más serio de lo normal. Habrá que parar me dije.

Y tuve suerte, paré una semana, y a la semana siguiente me cogí un gripazo monumental resultado dos semanas completamente parado de correr. Salí un día a montar en bici y dos a nadar.

Marzo llegaba y al ir viendo como pasaban los días la idea de no correr la maratón paso a convertirse en una realidad.

El lunes 3 de marzo ya estaba recuperado del gripazo, había estado haciendo ejercicios de propiocepción en casa y noté como un chasquido en el interior de mi cadera, lo siento pero no se decir donde, sólo me queda una opción ir a un osteópata, ni que decir tiene que no tenía la más mínima intención de correr la media. El miércoles dia 5 fui al osteópata, en general me caen mal los osteópatas, les cuentas tu vida, te abres a ellos como si fuera un cura, te confiesas hasta las aberraciones deportivas más tontas que has hecho, ellos te miran con cara de "otro más", luego se suben encima tuya, te crujen medio cuerpo, que si te he colocado el peroné, que si es normal que te doliera la rodilla, que si tenías los tobillos bloqueados, que si tenías el coxis rotado, ¿como narices puede rotarse el coxis?, que si esa contractura era por una costilla, que si te toco el cráneo, que si date un paseo antes de montarte en el coche, y mañana ya puedes correr. Llegué a casa destrozado, me metí en la cama y hice caso al osteopata. El día 6 me fui a correr, 8 km ninguna molestia, mi participación en la media ya era asegurada, ahora sólo había que pensar cuantas vueltas. Una al menos. El día 8 cogi la bici en dos meses y medio sólo una vez había hecho más de 45 minutos de ejercicio, pensé ves despacio, ves tranquilo tu trasero te lo agradecerá, dos horas y un cuarto después con muy buenas sensaciones, hicieron ver claro que podía dar dos vueltas.

La carrera.


El domingo 9 de marzo era la carrera. Después de las semanas de lluvia que estábamos sufriendo en Madrid, sabía que este domingo iba a ser un día espectacular. A las 8:30 estaba a la orilla del manzanares a cero grados, tomando un café con parte del cano ritmo sin saber si iba a ser capaz de dar 1 o 2 vueltas.

El ambiente de la salida era inmejorable, la temperatura ideal, el lugar junto a Moncloa, en medio de la ciudad universitaria de Madrid, me traía tantos recuerdos de tantas personas que me planteaba escribir esta crónica poniendo nombres a cada uno de esos recuerdos.

Eso me sirvió de motivación, sabía que iba a ser duro dar vueltas, que iba a ser un recorrido exigente y lo que hice fue mentalizarme en disfrutar del paisaje, ¿cuantas veces he pasado por aquí en coche? ¿cuantas veces he salido por esa boca de metro? Me he tomado algo en la cafetería de esta facultad, y de esta, y de esta, de esta también, he estudiado en la biblioteca de esta facultad y de esta, y de esta, te acuerdas cuando abrieron medicina 24 horas aquel verano?, parece mentira, nada ha cambiado, todos los edificios siguen igual.

Oigo detrás de mí:
- "Ha corrido todas las ediciones de esta carrera"
- "No todas no, los embarazos y el año pasado que me rompí la pierna"
- "Entonces eres una máquina"
- "No, lo importante no es lo que has corrido, sino seguir corriendo"

He ido contando casi cada metro, escuchando cada musculo, tendón y hueso de mi cuerpo y no me duele nada, he ido trotando, empezando a 6:20 y estoy marcando los km a 6:00, voy relajado, empieza la segunda vuelta, empiezo a emocionarme, pero me digo a ver como estás en el km 14 y entonces decides.

Un hombre ciego corriendo con el bastón en una mano y la otra agarrando una cuerda sujetada por otro corredor que le va haciendo de guía:
- "Ahora giramos a la derecha y pica para arriba"
- "Salimos de la rotonda y todo recto"

En las curvas bajan el ritmo, pero en el llano aceleran, se me van, es un lujo verlos correr pero quiero ir a mi ritmo.

Llega el km 14 es hora de decidir y me preguntan:

- "llevas zapatillas minimalistas?"

Y me pongo a rajar, pobrecico inocente con las ganas que tengo de hablar, me interrumpe.

-"Bueno yo me quedo aquí que sólo doy dos vueltas" - me dice.

No me da tiempo a reaccionar ya estoy dando la tercera, algo está empezando a cambiar en mi cabeza, total ya sólo quedan 7km, me pongo a hablar con uno, me pongo a hablar con otro, pero ya no tengo ganas de hablar sólo tengo ganas de correr.

Y eso es lo que hago, empiezo a correr.

Miro el reloj y pienso, a lo mejor podría hacer 2 horas, pero rechazo el pensamiento, lo importante es disfrutar, me miento.

Entro en la pista de arena y veo a los corredores, piso esa arena y me emociono. Pablo y Carlos me saludan, hago el avión en su honor, Venancio al grito de "ese de Navamorcuende" me anima. En estos momento lo que más me gustaría es poder oir a todo volumen la banda sonora de Carros de Fuego, es más creo que la oigo.

Voy solo por la pista y veo la meta, no me lo puedo creer.




Paso la meta, paro el reloj, tiempo neto 2:00:00, no puedo evitar sonreirme:


Tras la carrera.


Básícamente agujetas, como siempre. Y muchas dudas, quedan 7 semanas para el mapoma, ya no tengo excusas, sólo me queda hacer una cosa, buscar en google "Como preparar una maratón en 7 semanas".