Dia 1: Gavarnie y circo de Troumouse desde Luz-Saint-Sauveur
Basándonos en la siguiente ruta
https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=6253077
Acabamos haciendo 92,5km en 6:30:35 en movimiento según Strava, 8:24:55 de tiempo bruto de reloj.
https://www.strava.com/activities/1084917801
El día empieza bien, buen desayuno, las bicis listas y nosotros en forma, esta vez Riaza iba a ser en bici de carretera y entre otras cosas la flaca tiene sus ventajas. Por ejemplo, se pincha menos.
Km 0,200
He pinchado¡¡¡¡
Sí repito, a 200 metros del hotel pinchamos, y mientras unos se ponen manos a la obra.
Otros se hacen fotos, estamos muy fuertes y contentos¡¡¡¡
Esta foto me encanta, creo que la foto de estos dos cascos blancos mirando una rueda pinchada y arreglándola es ya un clásico dentro de los riazas.
Bueno, como fuera que sea, arreglamos el pinchazo y nos dirigimos a la salida del pueblo.
Km 0,600
He pinchado¡¡¡¡
Sí repito, a 600 metros del hotel pinchamos. Y la misma rueda que pinchó 400 metros antes.
Alguna imprecación sobre las cubiertas y cámaras de gama alta, y mientras Carlos y yo vamos con la rueda a una tienda y Fran (el que ha pinchado dos veces en 600 metros) viene andando, David va en busca de Pablo que al ir el primero no se ha enterado de nada.
Estos dos, a la salida del pueblo se reúnen y allí ocurre algo, que sólo ellos pueden contar y de lo que yo como mero oyente no me siento digno de escribir en este blog. Sé que hubo gritos, seguro que hubo miedo, pero claro ¿qué es un Riaza sin un poco de miedo y unos gritos al sol? Eso sí esta vez en lugar de tener vacas o conejos como oyentes, teníamos a alguna francesa temerosa.
En la tienda y antes de que Carlos y yo entremos, sale el dependiente y nos soluciona el problema. Rueda delantera alquilada por dos días.
¿Cuanto tiempo habremos perdido? ni una hora creo yo.
Por fin salimos del pueblo dirección Gèdre.
La ruta de hoy no da descanso, desde el km 1, porque los anteriores hemos estado arreglando pinchazos es cuesta arriba, antes de Gèdre noto que la carretera tiene ondulaciones, miro atrás y no veo nada raro, pero Fran que me ve, me pregunta, noto algo raro le digo.
Y para su alivio me responde. Has pinchado.....
3 pinchazos en menos de 10km y nos quedan 190 para acabar este fin de semana. El miedo se huele aunque sepamos que las probabilidades de pinchar se van reduciendo.
Arreglamos el pinchazo y seguimos subiendo.
Gèdre, Gavarnie y dejamos de estar rodeados de turistas, la ascensión al col de Boucharo la hacemos solos, aunque unos más que otros, me quedo sólo atrás y el resto "supongo" ascienden en grupo.
Fran aconseja a David como si fuera a su hijo:
Ahora baja plato, David sube un piñón.
David el plato es el grande y el piñón el pequeño, pobre está aprendiendo.
La ascensión se me hace dura, pero no soy el único si bien tengo problemas físicos otros tienen desordenes mentales. David en plena ascensión y con varios minutos de ventaja conmigo al coronar comenta al resto del grupo:
He visto a Canito subiendo y hemos hablado un rato.
Esta alucinación como veremos más adelante no será la única de esta aventura.
Subiendo la cabeza de carrera:
Paramos en el parking y no seguimos, la carretera se estrecha y no caemos en la cuenta de que el camino todavía sigue un par de cientos de metros.
La foto de la primera ascensión en grupo.
Bajamos tranquilamente a Gavarnie donde comemos, rodeados de montañeros y ciclistas. Justo desde aquí sale el camino que lleva al circo de Gavarnie.
Con el estómago lleno, algo cansados y sabiendo que siempre nos podemos dejar caer para llegar al hotel, volvemos a bajar a Gèdre y antes de entrar nos desviamos en dirección al circo de Troumouse.
La ascensión otra vez es dura, otra vez nos vemos acompañados de ciclistas y otra vez me quedo el último, aunque Fran con buen criterio me va esperando.
Llegamos a un refugio donde un ciclista me dice:
Ahora viene lo divertido.
Divertido no, diría yo, sino Rock&Roll del bueno. En esta foto se ve claramente por donde asciende la carretera a los pies de Fran.
Yo voy por ahí abajo.
Se me olvidaba....
Subiendo, oigo por el walkie:
Carlos ha pinchado.
Pasito a pasito conseguimos llegar al aparcamiento, donde descansamos porque ya sabemos que la jornada ha acabado.
Al fondo el circo de Troumouse.
Sin embargo algo más tenía que pasar...
...efectivamente.
Parad, Carlos ha pinchado.
Analizamos la llanta despacito y vemos que el cubre esta desplazado y que es posible que esa se la razón ya que los huecos de los radios pueden cortar la cámara.
Somos 5 tios resolutivos, 5 cabezas pensantes y otra cosa no pero ideas tenemos muchas, nos falta la navaja de MacGyver, pero con un par de pegatinas de una barrita y mucha imaginación hacemos un buen trabajo.
Llegamos al pueblo y vamos directos a la tienda, habrá que alquilar otra rueda delantera. Esta vez el tendero nos regala un cubre para que probemos.
Resumen de la jornada: 5 pinchazos.
Dia 2 Subida al Tourmalet.
Basándonos en una ruta circular que partiendo de Luz-Saint-Sauveur en dirección Lourdes para luego girar al este hacia Campan y coronar el Tourmalet, hacemos a mano una ruta que finalmente tendrá el siguiente aspecto:
https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=18704723
101km en 6:12:47 (7:47:59)
https://www.strava.com/activities/1087002957
Salimos del hotel y seguimos el curso del rio junto a la carretera. Un valle precioso, una preciosa mañana de verano en los pirineos franceses.
Es domingo en Francia, pero el jefe de compras del grupo no para.
Chicos tenemos que parar y comprar barritas.
Chicos tenemos que parar y comprar cámaras.
Chicos tenemos que parar y comprar agua.
Chicos tenemos que parar y comprar una tarjeta SD.
Chicos tenemos que parar y comprar ibuprofeno.
Sin pinchar, llegamos a un carril bici, una antigua vía de ferrocarril que nos lleva por un llano, cruzando un río por el clásico puente de hierro. Es hora de una foto de grupo.
Y de una foto de las bicis.
Sin pinchar, abandonamos el carril bici para seguir una carretera inventada desde el ordenador, ya sabemos lo que supone equivocarse haciendo una ruta a mano y se respira cierto temor.
Sin embargo vamos con mas ciclistas y eso nos tranquiliza. Hemos cogido una carretera por la que apenas pasan coches, rodeados de vegetación vamos atravesando pequeños pueblos y disfrutando de las preciosas casas de montaña. Todo ello sin pinchar.
Ascendemos un poco para dejarnos caer rápidamente hacia Pouzac donde cogemos carretera y manta.
Necesitamos agua, buscamos una fuente y junto a una iglesia en el centro de un pueblo paramos a rellenar agua.
David no puede más, le duele todo, necesita un ibuprofeno, eso sí y en sus propias palabras.
De piernas voy bien....
Sin pinchar, seguimos adelante, la próxima parada será la última antes de atacar el Tourmalet, hay que parar en Sant Marie de Campan, volver a rellenar agua, comer algo y atacar el puerto.
Nos intercambiamos alguna barrita, nos refrescamos y nos despedimos. Esperad hay que hacerse la foto de grupo.
Hace calor, mucho, es muy mala hora, la peor, Fran esta contento le gusta el calor.
David no espera a nadie y va tirando, le sigue Pablo y rápidamente Carlos y Fran que les adelantan y les pierdo.
Durante 1 kilómetro sigo viendo a David y a Pablo, pero al poco ya sólo veo en el suelo las gotas de sudor de Pablo en el asfalto.
Mi plan para atacar mi cuarto puerto en bici de carretera que voy a subir en mi vida es el siguiente.
No pienso parar.
Son 17 km que los dividiré en 2 + 5 + 5 + 5.
Alguien nos ha dicho en Sant Marie de Campan que desde La Mongie sólo quedan 4 pero son los mas duros.
Enseguida tengo que meter todo el desarrollo y me doy cuenta que no puedo con mi alma, esto va a ser un suplicio. Me duele muchísimo el culo y la espalda y encima tengo hambre y eso que acabo de comer. Creo que no tengo comida suficiente, sólo 2 geles y 1 barrita. Me he equivocado.
Hago un cálculo y pienso gel en el 2 barrita en el 7 y gel en el 12.
Demasiados planes, yo no soy de planes, bueno soy de planes que luego no cumplo, me como el gel, pero tengo hambre cojo la barrita y cuando la abro una desazón recorre mi cuerpo, huele fenomenal, huele a entrecot con patatas panadera y guarnición de pimientos, le pego un bocado pero tengo tanta hambre que casi me la meto entera en la boca con envoltorio y todo.
La engullo, pero como disfrutando, como si me estuviera tomando un cocido madrileño de tres platos, sopa con fideos, garbanzos y carne con media barra de pan donde untar el tocino regado con un ribera.
Os lo prometo, estas eran mis sensaciones.
Y fueron buenas sensaciones porque algo cambió.
Empezó a dejarme de doler el culo, es cierto que me dolían otras partes, que si ahora la rodilla, que si ahora el cuádriceps, que si luego el gemelo, pero eran dolores amigos, esos dolores que como ya nos ha explicado fitness revolucionario, vienen de dentro, no de fuera.
Y los kilómetros pasan, despacito, pero pasan, creo que no voy a ser capaz de llegar al kilómetro 8, pero llego al 8,5, ya estoy en la mitad, ahora sólo es cuestión de dejarse caer...
Y si bien hace un kilómetro estaba pensando en pararme a estirar, o quizá a darme un baño en esa cascada, o en parar alguna furgoneta y que me suba a la cima, ahora ya casi en el 10 decido comerme el otro gel.
Me dejo caer, con todo metido, con la cabeza gacha mirando el asfalto, incapaz de disfrutar del paisaje me concentro en cada pedalada, el sufrimiento ha desaparecido como tal. Tengo que ponerme de pie cada 300 o 400 metros para olvidar el dolor de espalda, y los metros se me hacen llevaderos.
Miro hacia delante y no me puedo creer lo que veo. Ni un sólo descanso, todo picando para arriba y qué desnivel¡¡¡ Vuelvo a agachar la cabeza y me concentro en la pedalada.
Cada decámetro es monitorizado por el gps y cada Km a la cima es indicado en la carretera. Otro cartel: 5 km a cima desnivel del 9,5%.
No, la foto no es mía, no tenía lo que hay que tener para sacar el móvil y ponerme a hacer fotos.
Estoy llegando a La Mongie, vamos que veo una serie de edificaciones cuando levanto la cabeza a una distancia muy cercana, pero a un tiempo eterno. Atravieso la estación de esquí sabiendo que sólo me quedarán 4km, me han adelantado varios ciclistas y no he adelantando a ninguno, pero fuera de la estación veo uno haciendo eses. Al menos a uno hay que adelantar.
Lo paso y oigo algo por el walkie, es Pablo, supongo que ya ha llegado y le respondo, no recuerdo el qué. Esto ya está hecho, me dicen que les avise para que me hagan la foto de llegada y que el final es muy duro.
El paisaje es de alta montaña ha desaparecido la vegetación alta, y sorprende ver llamas. Me pasan motos, caravanas y coches, en una curva cerrada una francesa me da una chapa terrible, es la primera persona que en 17 km me habla, no sé si me está animando o me está avisando de algo ya que una caravana acaba de adelantarme. La respondo:
Je ne parle pas français.
Sorry, I dont speak french.
Español.
Se calla, no sabe que decirme, pero yo sigo hablándola, por si acaso me ha animado agradeciéndoselo, como dice Pablo ni sudo ni callo, vamos que no me esfuerzo.
Estoy llegando, saco el walkie y aviso, Carlos sale al encuentro.
Fran me falta tu foto¡¡¡¡ Seguro que subiste al Tourmalet??
La foto de grupo:
Una vez en la cima recuperamos fuerzas y nos contamos nuestra particular aventura.
Fran llego el primero, parando alguna vez, pero siempre mirando atrás por si venía Carlos. Su mayor problema fue llegar al bar pedir comida y no tener dinero para pagar.
Carlos se quedó sin agua y sin comida y anduvo buscando un lugar donde conseguir agua al final pudo entrar en un Carrefour en La Mongie y sobrevivir a la ascensión.
Este es su track de paso por La Mongie. A la derecha un despiste o quizá una desesperación buscando agua y comida. A la izquierda el recorrido que hizo por el Carrefour que le salvó la ascensión.
Pablo tampoco paró, sudó más que ninguno y en el momento de escribir esta crónica es KOM en el strava en este tramo por delante de Gesink, capturo un pantallazo para la posteridad.
David hizo el tercer puerto de su vida, con muchísimos dolores que le iba a impedir ascender, pero bien de piernas, que en este deporte significa ir sobrado.
Eso sí, jura haber oido seres extraños durante la ascensión.
Hizo la ascensión quizá más programada de la historia, monitorizó cada metro de la ascensión y tenía todo calculado, paradas cada cierta distancia con 60 segundos de estiramientos definidos. Ni un segundo más ni un segundo menos.
Es hora de dejarse caer, y así hacemos para llegar sin problemas al hotel a descansar.
https://www.relive.cc/view/1084917801
Subida al Tourmalet.
https://www.relive.cc/view/1087002957
