Mapoma 2008

Cuando empecé a correr en serio con “la secta” leí por algún sitio que nunca se le puede perder el respeto al maratón y eso es lo que yo he hecho hoy, bueno realmente lo hice ayer, cuando me puse a planificar un maratón el día antes y decidiendo sobre la marcha que mi objetivo iba ser mas agresivo que lo que inicialmente había pensado. Decidí hacer 3:15 y sinceramente creo que lo he pagado, es el maratón de los tres que he corrido que en peores condiciones he llegado, quizás haya otras razones, el calor (aunque no ha sido tanto como se esperaba), no he tenido una semana precisamente tranquila, etc..pero creo que el error de planificación ha sido determinante.

En cuanto a la carrera, los primeros 25 km no tienen mucha historia, según lo previsto, fui a un ritmo de 4:36 y me encontraba bien, hice muchos km a 4:30 y con buenas sensaciones. Iba con los amigos de David de Segovia, unas risas y buen rollo, tengo verdadera curiosidad por saber como llegaron, fueron cayendo poco a poco.

Pero la entrada a la Casa de Campo marco mi caída de mi ritmo y el fin del buen rollito, ¡¡con las veces que he corrido por allí!!! Ya no era capaz de mantener el ritmo me salían Km entre 4:50 y 5:00, podía recuperar en algunos pero no era capaz de mantenerlo y tampoco estaba para forzar mucho. En resumen desde la casa de campo hasta meta y por bloques de 5 km mí media por km fue 4:49, 4:50 y 5:07. Claramente la zona de antes de Méndez Álvaro se me atragantó, hubo momentos que realmente vi en peligro incluso hacer 3:20, finalmente entre en 3:19:42, esas cuestas fueron mas duras de los que nos pareció a David y a mi el sábado pasado pero de verdad lo peor no fueron las cuestas. Cuando acababa de coronar la cima del 41, me dio un calambre en la pierna izquierda que me obligó a pararme para estirar, no me había pasado en la vida y a falta de 50 metros otra vez, no sé si habrá fotos pero entre prácticamente en meta a la pata coja. No se cual pueden ser los motivos pero pasando por Fuencarral me dio un pinchazo la planta del pie izquierdo, muy doloroso, casi me paro, cambie la pisada y parece que la cosa funcionó, no sé si esto tendrá algo que ver con los calambres. Fue la parte más desagradable del maratón.

El capitulo de agradecimientos, se tienen que centrar en Pablo y Cano que hicieron una labor perfecta multiplicándose para darnos los sobrecitos y el Isostar, la verdad que acabe empachado de tantas sales. El próximo año tengo la sensación que seré yo el que vaya en la bici.